Al hablar del poder de Dios en
nosotros, pensamos que suena un tanto
idealista y hasta cierto punto irreal. No se apega a nuestro diario vivir, es como algo teórico, no aplicable a nuestra vida
diaria, a nuestra experiencia, a nuestro sufrimiento, a nuestro pecado.
El poder esta definido como
fuerza, poderío, vigor, capacidad. Entonces, es algo
lógico que usted debe tener fuerza y vigor sobre algo para considerar que tiene
el poder, pero; esto no significa que experimentamos el poder de Dios en nuestras vidas.
Sentir el poder de la gracia de
Dios en nuestra vida significa tener un
conocimiento pleno de Él.
“pidiendo que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en un mejor conocimiento de Él.” (Efesios 1:17)
Entendemos el poder de un antídoto cuando conocemos el poder letal
del veneno, el poder del antídoto puede contrarrestar, curar y evitar nuestra
muerte. Entendemos el poder de la gracia de Dios en nuestras vidas, cuando es este poder que nos convence y nos libera del pecado.
“Mi oración es que los ojos de vuestro corazón
sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles
son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,” (Efesios 1:18).
Podemos diferenciar dos poderes: El poder de la gracia de Dios que
nos libera del pecado, y el poder del pecado que nos hizo esclavos sin esperanza. (Romano 6:16.)
NO SIENTO ESE PODER DE DIOS
Efesios 1:19-23
Efesios 1:19-23
“19y cuál es la
extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme
a la eficacia de la fuerza de su poder, 20el
cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su
diestra en los lugares celestiales, 21muy
por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que
se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. 22Y todo sometió
bajo sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23la cual es su cuerpo, la
plenitud de aquel que lo llena todo en todo.”
Sentir el poder de la gracia de Dios en
nuestras vidas es considerar la vida de Jesús,
su muerte, su resurrección; ese poder de
Dios que venció a la muerte y nos da
vida cuando estamos muertos en nuestros
delitos y pecados (Efesios 2:5)
Sentir el poder de Dios en
nuestra vida, va más allá de leer la biblia y orar todos los días. El
poder de Dios se manifiesta en nuestras vidas cuando la vida, el sacrificio y la resurección de Jesús nos transfoma a medida que: meditamos en su palabra y le presentamos nuestro corazón; con todas nuestras
alegrías, preguntas, angustias,
necesidades, etc. Y este poder no es poder que me fortalece, capacita y coloca sobre
las demás personas, si no que este PODER DE DIOS, (El Espiritu Santo) es el que primero muestra la condición de mi corazón por medio
de un mejor conocimiento de Él (Efesios 1:17)
y por su pura gracia, GRACIA DE DIOS; fortalece, capacita y coloca sobre el
pecado que me asecha, sobre mi propio orgullo; y lo mas importante me acerca
más estrechamente a gozar y disfrutar de su presencia LA PRESENCIA DE DIOS, en todo momento.
Querido amigo esfuerzate y se valiente en el Señor.
DIOS TE BENDIGA
Por: Administrador de AGUA VIVA

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